jueves, agosto 24
Periodismo de WearComp o p2p
Ha sido una de mis bromas recurrentes a unos cuantos ‘personajes’ a los que he llegado a conocer. Cuando me contaban sus aventuras, más de una vez se me ha escapado un ‘tú deberías ponerte un casco de minero con cámara web para grabar tu vida porque esas cosas que te pasan son increibles...’
Leo en Las multitudes inteligentes de Howard Rheingold que éso no sólo existe, sino que no es ninguna tontería. Y que incluso hay quién está estudiando su aplicación al periodismo.
Es el caso de Steve Mann, investigador y profesor de la Universidad de Toronto, Canadá.
Al parecer, en el año 2000, Mann y un grupo de alumnos, ataviados con sistemas de WearComp -ordenadores para vestir- y EyeTaps se adentraron en distintos puntos de una manifestación en Toronto convocada por la Coalición de Ontario Contra la Pobreza. Aquella manifestación acabó violentamente. Sin embargo, a diferencia de otros periodistas, ellos no dejaron de grabar ni un solo momento, ni siquiera cuando –como aquellos- se veían obligados a huir y refugiarse dado el cariz que estaba tomando el episodio.
‘Seguiamos retransmitiendo, captando casi de casualidad todo el acontecimiento (...) sin ningún esfuerzo ni preocupación por nuestra parte (...) Lo que hicimos –y continuamos haciendo- mis alumnos y yo es algo mucho más importante que ofrecer ‘películas caseras’ e imágenes ‘alternativas’ para que otros las vean por Internet. Es también un proceso de reivindicación cultural, en el cual el individuo vuelve a acceder al circuito de producción y difusión de la información’ [ la cita está bastante resumida; Rheingold la toma directamente del propio Steve Mann ]
En ‘Las multitudes inteligentes’, Rheingold habla también del periodismo p2p, una terminología nueva para mi pero que parece ser que ya tiene sus adeptos en EEUU, Canadá o –cómo no- Japón. Uno de los ejemplos que pone es el de la comunidad Manhattan Celebrity Watch. El funcionamiento es fácil, ves a un famoso por la calle y rápidamente envías un mensaje de móvil a una página web para que aparezca publicado al instante y todos sepan que... yo que sé, que Victoria Beckam está de compras ahora mismo en Princesa.
Por cierto, se pregunta el autor qué pueden hacer los medios tradicionales ante esta situación y si estos experimentos no interferirán con ‘el radar de los gigantes mediáticos’. Ésta es una primera respuesta muy reciente en la buena línea y esta también lo fue.
Buscando la aguja en el pajar –me he dejado los ojos pero no he conseguido encontrar los videos de aquella manifestación en Toronto- he encontrado algo que no es lo que Steve Mann llama periodismo WearComp ni lo que Rheingold denomina periodismo p2p, pero que está a caballo entre ambos conceptos: se trata de la página de la comunidad glogger. Los gloggers graban también lo cotidiano -aviso que los videos no son nada espectaculares- pero en lugar de cámaras adheridas al cuerpo utilizan simplemente teléfonos móviles. (Estos dos enlaces muestran fotografías -que imagino que sería lo que se podría ver por Internet en el año 2000 cuando Steve Mann hacía sus demostraciones- de uno y otro de los participantes más activos de la comunidad).
Es evidente que tarde o temprano el moblogging y los videos ciudadanos inundarán la red. Precisamente, hace poco, ironizaba Juan Cueto en una columna en elpais.es con la destrucción de los blogs a manos de los vlogs. Ya ha recibido unas cuantas bofetadas de la blogosfera. Y es que creo que no entiende que el formato es lo de menos, y que lo importante es que hoy los contenidos los hace la gente. Unos y otros –moblogging, blogs y vlogs- serán protagonistas de las nuevas fórmulas ‘periodísticas’ no profesionalizadas. En Japón ya se comercializan desde hace tiempo los móviles 3G que permiten enviar video en tiempo real a un sitio web e ¡incluso ¡editarlos directamente con el teléfono móvil! Y ese caudal de información no va a poder ser ignorado por los viejos medios.
Prometo volver sobre este tema en otro post... Quién sabe si a los chicos de El Manifestómetro no les interesará el sistema ‘Show de Truman’ para sus próximas incursiones.